La empresa decide la inversión y el alcance de su acción de patrocinio, que determina el número de lectores y centros educativos beneficiados.

La editorial asiste a la empresa y coordina con el colegio o biblioteca beneficiarios la entrega de los ejemplare patrocinados.

Se diseña la página de patrocinio según la estrategia publicitaria más aconsejable.

El reparto de ejemplares se realiza de forma coordinada con la dirección de los centros escolares o las bibliotecas, dentro de actividades de fomento de la lectura.

Los lectores reciben su ejemplar de manera gratuita. La acción puede complementarse con actividades pedagógicas dentro del área de Lenguaje del colegio.

El cuento acaba en el domicilio del lector. Integrada en la obra, el cuento patrocinado conserva la página publicitaria de la empresa. Cada cuento permite crear un vínculo con el niño y su entorno pues la singularidad del diseño y el coloreado manual lo convierten en un objeto apreciado, válido para toda la vida del lector, también para hermanos o, incluso, futuros descendientes.

La acción de patrocinio se traslada a diversos medios de comunicación, desde redes sociales hasta la propia web del patrocinador. La editorial Picogordo describe el patrocinio de cuentos coloreados a través de sus propios medios. Numerosos agentes involucrados en los ámbitos de la educación, la atención a las personas con discapacidad y la responsabilidad social empresarial reciben noticia de la acción patrocinadora. Mientras el cuento y su mensaje patrocinado perviven en el seno de las familias, la empresa puede aludir a su acción responsable como un ejemplo de publicidad digna que beneficia a las personas.